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EL SEXO DEL AMOR - CHICAS
Sofía Basalo
Culturalia.net

¿Qué tenemos en común? Es la frase con la que comienza esta función, este viaje a través del tiempo, a través del amor silenciado y forzosamente silencioso.

Estas "chicas" tienen en común el hecho de ser mujeres y la capacidad de amar.

No hay situaciones iguales... pero sí es igual el amor; el sentimiento arrebatado que nace, crece y se hace adulto sin pedir permiso, para conducirnos a lo largo de senderos desconocidos, amables unas veces y peligrosos otras.

El amor es igual, se siente igual, se escribe igual... aunque no se haya vivido igual.

Carmen Losa nos ha propuesto un recorrido a través de distintas épocas y distintos universos femeninos. Son treinta las mujeres que, sobre el escenario del teatro Muñoz Seca, aman en silencio, a voces, detrás de un abanico, en un abrazo de despedida, en verso, en una discoteca, las más afortunadas y con una triste e inseparable carga de culpabilidad... las menos...

Pocas veces se ha llevado a escena un texto que aborde a fondo, seriamente, sin tópicos, la homosexualidad femenina... aunque, podríamos decir que pocos textos abordan este tema, en general, sin tópicos, sin tabúes, de forma seria y ahondando en el ser humano... Eso que tenemos en común... aunque, a veces, no lo parezca.

"Chicas" es una de esas excepciones. Un texto inteligente, ácido, enormemente crítico, con grandes dosis de humor, complicidad y ternura.

La mujer, como en tantos otros ámbitos, se ha visto, también en éste, anulada, manejada, desplazada... siendo la moneda de cambio en una sociedad para la que tan sólo era un objeto; no le estaba permitido desear... cómo desear, pues, a otra mujer...

Resu Morales, Rosa Estévez, Cristina Camisón y Carmen Losa dan vida y voz, de forma convincente, a estas mujeres, en una puesta en escena ágil y dinámica. Los tiempos, las épocas, fluyen envueltos en unos comentarios ingeniosos, que concentran la gran reflexión de esta propuesta: El enorme, largo y ancho camino que aún nos queda por andar...

La humanidad que aún nos queda por asimilar, por interiorizar...

La igualdad real que aún nos queda por abrazar...

La doble moral que aún nos mancha, nos ensucia con el consabido "respeto, mas no acepto; respeto, mas no veo bien..."

El amor no tiene sexo. Sentir no nos hace culpables... es culpable, en tal caso, el que prejuzga, el que ignora dolosamente, el que coloca, arbitrariamente un color, un nombre, un adjetivo, una etiqueta al sentimiento.

El amor ha existido siempre. El ser humano ha amado siempre... pero, no siempre ha sido libre para amar; no siempre ha podido mirarse en los ojos de la persona amada; no siempre el amor ha vencido al miedo; no siempre el amor ha conseguido mitigar el sonido del silencio; no siempre el amor ha sido perdonado por su clandestinidad... aunque él siempre haya perdonado...

El amor ha existido siempre, antes, incluso, de que un código decimonónico nos indicase cómo debíamos amar, a quien debíamos amar y cuándo debíamos amar...

El amor no tiene sexo, ahí está su grandeza... tal vez, el ser humano aún no sea lo suficientemente "grande" para reconocer tal obviedad.